49. Apretando (que es gerundio).

10-2014

Apreturas y demás zarandajas.

Apretar.

Del lat. tardío appectorāre, der. del lat. pectus, -ŏris ‘pecho1’.

Conjug. c. acertar.

  1. tr. Estrechar algo contra el pecho o ceñir, de ordinario con la mano o los brazos.
  2. tr. Oprimir, ejercer presión sobre algo.
  3. tr. Dicho de un vestido u otra cosa semejante: Venir muy ajustado.
  4. tr. Estrechar algo o reducirlo a menor volumen.
  5. tr. Apiñar, juntar estrechamente cosas o personas, dar cabida. Apretar la colada en la lavadora. U. t. c. prnl. Apretarse la gente en el tren.
  6. tr. Acosar, estrechar a alguien persiguiéndole o atacándole.
  7. tr. Tratar con excesivo rigor, con estricto ajustamiento a ley o regla.
  8. intr. Dicho de una persona o de una cosa: Obrar con mayor esfuerzo o intensidad que de ordinario.
  9. intr. coloq. Embestir, cerrar con alguien. Apretar con el enemigo.
  10. intr. Pint. Dar apretones (‖ golpes de color oscuro).

 

Real Academia Española © Todos los derechos reservados

 

Junio empezó apretando, en gerundio, y no podíamos anticipar hasta qué punto. Apretó las costuras que se inflaron con el calor de aquella tarde en plena estampa costumbrista: mujer de edad avanzada, de un luto imperdonable que oprimía su pecho y recordaba a doña Rogelia acalorada, abanicándose y bamboleando levemente sus piernecitas a falta de mecedora en aquel portal sombrío, mientras, fuera, caía la tarde que inauguró el mes literario (Abril me perdone) que empezó como un viaje entre grandes maestros de las letras del país: paseo entre casetas que desembocó en las puertas de la Rae, callejeando entre Cervantes, Quevedo y Lope.

Y así llegó este mes con hambre de verano, y del verano: sus lecturas.

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A veces, en el parque de El Retiro se da un fenómeno maravilloso durante al menos dos semanas: la literatura invade la naturaleza y así se producen encuentro entre chaparrones o alergias primaverales. Hay autores que generan colas, sí, leen bien, esperar turno para comprar cultura, pero también para formar parte en la lista del postureo actual, aquí, permítanme haga un breve paréntesis: he observado últimamente que hay mucho público que acude a darse un baño de popularidad (no hay limitación de edad, no se crean) para compartirlo en redes. No negaré comunicar la ilusión que me hace este encuentro anual- por eso estas líneas- sin embargo la accesibilidad a las fotografías que tenemos actualmente, quizás se haya producido en detrimento de las maneras y la intimidad ¿no será excesiva la exposición ante cámaras anónimas?

Una vez compartido este desahogo, -sí, esto sí lo comparto- retomemos.

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Escribo estas palabras una mañana de domingo soleado (de ésos alérgicos que decía antes) mientras espero mi turno para mi nueva adquisición del autor del Orens que me subtitula, observo la invasión lo rápido que se asume el intrusismo, compartir una feria del libro por aquellos que están no necesariamente por el gran requisito: escribir.

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Será innegable que sean aquellos quienes alimenten estadísticas de mayorías, y sin embargo, esas pequeñas y mágicas historias tienden a pasar desapercibidas. Pero como son mi debilidad, me dejo llevar por una curiosa premisa ¿qué sucede en la imaginación del autor la noche antes de su firma? ¿qué espera? Y en consecuencia, ¿elegirán atuendo como una particular alfombra roja? ¿Vestirán bermudas bajo la mesa que nadie ve como cuenta la leyenda que ocurre en los informativos?

¿Qué hubiera pensado Cervantes y qué hubiera hecho su Quijote si la soledad de sus lectores se viera aumentada por la afluencia de un compañero de firma televisivo? ¿En qué se convertirían los exilios de Benedetti y la timidez de Manuel Vázquez Montaltán con quienes quisieran hacerse selfies con ellos?

 

El ser humano es plural, así como su respuesta ante el mismo estímulo, así pues habrá quienes sientan las apreturas del cinturón en la firma de la tarde si la comida fue copiosa y quienes se compriman por costuras reventonas después de tanto posado forzado, eso sí, sin perder nunca de vista los complementos que se convierten sin duda alguna en must: pluma o bolígrafo, al gusto, abanico y agua. Gafas de sol opcionales, así como el paraguas, según se quede la tarde.

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Gracias a quienes siguen haciendo posible la literatura a pesar de estadísticas e inversiones.

pd. Fotos de Chema Madoz.

Feliz día de la música.

Laura Orens.

 

 

 

6 comentarios en “49. Apretando (que es gerundio).

  1. No deja de ser curioso que en un país en el que se venden tantos libros «luzcan» tan poco a los que teóricamente los leen… quizá sea que el «postureo de la feria» se quede ganando polvo en las estanterías de las casas, algo que antes quedaba hasta bien y ahora ya ni siquiera está de moda!

    • Querida «Lucía», parafraseando a Gabrielle Chanel, «la moda pasa, el estilo permanece» y caigan las modas que caigan, estilo sigue quedando, con discreción y elegancia, como no podía ser de otra manera, y la intelectualidad es y seguirá siendo atractiva 😉 MUA

  2. «STARDUST», hasta al pobre M.V. MONTALBÁN ( no Montaltán ), le hacían pasar por el mal trago de la firma exprés. Aunque quizás su vanidad, que también la tendría, se lo agradeciera.

    Porqué THE WALL ???, por el «Brexit», que clama y delira hoy ???
    Ó por el encierro permanente a que nos sometemos sin saberlo.
    Porque, no sabemos nada.

    «El escriba ( que no Escrivá), sentado».

    • Y del polvo de estrellas, como cantaba Aute «Y si al fin no somos mas que polvo,
      seamos polvo, seamos polvo nada más… mas polvo enamorado».
      The wall, quizás por «golpe a golpe, verso a verso» de ese polvo que cae, que queda cuando chocamos contra los muros.
      Besos

  3. El eterno debate entre calidad cultural y ventas masivas…pero no olvidemos que aunque en este caso la mercancía en venta es ‘ la cultura’ al fin y al cabo es una feria y como bien sabemos los presentes,las ferias van de vender… y cuanto más,mejor…

    • Y es justo eso lo que me causa cierto estupor, la venta de cultura y de ilusión. Esa manera tan asumida de ponerle precio al amor al oficio, a la vocación o al deseo de tener cultura/ser cultura. Aunque siempre hay grietas, por las que igual que caben billetes, también frescura e ingenuidad. Maravillosas las grietas habitadas 😉 Un beso.

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