62. No sólo pesan las maletas

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Pesante

Del ant. part. act. de pesar1.

  1. adj. Que pesa.
  2. adj. Entristecido o arrepentido de lo hecho.
  3. m. Pesa de medio adarme.

pesante de oro

  1. m. Moneda de oro de la Edad Media.

 

Real Academia Española © Todos los derechos reservados

 

A veces la realidad -laboral- pesa como maletas llenas de piedras; se dejan caer los párpados, pesados como juicios, como quien se salva inmóvil al borde del camino, quiere con desgana* en una verdad rocosa en este mundo de contradicciones volátiles lejos de las palabras de Benedetti.

 

Pesan prejuicios que acumulan polvo y crecen telarañas: la profesionalidad no tiene género, edad ni parentesco.

Se cantan muestrarios, se apuntan comentarios y se escuchan improperios a la voz del “¿te enteras, guapa?” cuyo decorado preconstitucional alimenta el silencio cual cri cri de los grillos.

 

Pesan realidades que confrontan mi ingenua creencia infantil: que la igualdad existe, es un cuento. Aún hay que reivindicarla, aunque moleste: a muchas se nos exige demostrar -incluso trabajar- más que a los compañeros, a quienes aún en muchos casos, se les presupone más. La innegable brecha salarial en la que nosotras cobramos en España un 14.9% (y 17% en la Unión Europea según Eurostat) menos que nuestros colegas que firman como un señor por la misma actividad, y en muchos casos el constante intento de silenciar nuestro trabajo, de sometimiento, de arañar a la mínima la comisión. Sí señores, esto ocurre, Europa, año 2017. No, no son casos tan aislados.

 

¿Qué ocurre cuando no quieres dominar ni ser dominada?

Entonces, en ese rincón improbable, casi invisible, se revuelve la supervivencia que para muchos se hace molesta.

No debería pesar el respeto ni la educación aunque vivamos en pieles y miradas distintas.

Agradezco que mis padres me lo enseñaran y me dieran las herramientas para no convertirme en una mujer presa, ni fácil, ni presa de mí misma.

Aprendí que también pesa tener voz, ser incómoda, cuestionada.

No soy ni seré el reflejo de nadie, lo que se espere de mí, porque en la espera, desesperen, se rompan o no verdades absolutas, certezas intocables.

No soy ni seré ni más ni menos mujer por elegir arreglarme o por no hacerlo, por querer verme guapa, o por engordar un par de kilos y no volverme loca, por elegir qué ropa ponerme y cuál descartar, no me justificaré ante quienes digan que ése es el marketing del patriarcado.

No soy ni quiero ser esa mujer, ni cliché, ni objeto, ni dominante, ni dominada.

No soy lo que me convierta la mirada de otro, ni dejaré de ser porque no me sigan mirando.

 

Pesan los odios que calcifican en el hueso durante siglos de reflejos distorsionados, espejos velados, miradas rotas.

 

Pesan más que el baúl de la Piquer.

Tanto que al final se desenfoca y se convierten elecciones en polémica fácil como ha sido el caso de la controvertida camiseta de Inditex de “Everybody should be feminist” (piensan que el señor Amancio Ortega quiere enriquecerse -más- con la lucha feminista). Sí señores, se acusa de cómplices e hipócritas a quienes la tienen y la visten en formar parte del patriarcado más capitalista.

Confieso públicamente: la tengo. Y no, no me arrepiento, no me avergüenzo, ni me siento cómplice. Cuando supe de la existencia de la camiseta original de la casa Dior -porque el mundo textil, lo crean o no, ni empieza ni acaba en Inditex, hay mucho trabajo previo y posterior- sentí esa tímida fascinación que se experimenta cuando las altas esferas aportan visibilidad a un movimiento social. Serán criticados, sin duda, pero considero que el gesto, aunque se desvirtúe, vale.

Y ocurrió lo esperado, se hicieron eco y tomaron el testigo del mensaje, porque este trabajo es así: reinterpretación.

DIOR PRESENTA SUS DISEÑOS EN LA SEMANA DE LA MODA DE PARIS

Pesan los ataques siempre, pero con cuestiones tan subjetivas como el mundo simbólico, con camiseta o sin ella, más.

No dejo de imaginar lo culpables que se sienten en el colectivo LGTBIQ, fustigándose incluso, por haber enriquecido quizás al heteropatriarcado que ha hecho negocio vendiendo banderitas por la semana del orgullo mundial estos días en Madrid. ¡Ah, no! Que eso era visibilizar…

 

En resumen, me sumo a las palabras de Emma Watson que también ha sido atacada por unas recientes fotografías en las que se intuía su pecho para Vanity Fair:

«El feminismo va sobre dar poder de elección a las mujeres. El feminismo no es un palo con el que golpear a otra mujer. Es libertad, liberación, igualdad. De verdad que no entiendo qué tienen que ver mis pechos con esto. Es muy confuso.”

 

¿Por qué pesa tanto el odio?

Engulle todo lo que no entiende, lo que no comprende y no acepta.

Pesan los discursos sin respeto, aquellos que nacen con “tienes que” seguramente no tengan buen final, ni siquiera merezca escribirlo, porque a fin de cuentas, tengamos sin pretensión, mala reputación.

 

En mi pueblo sin pretensión

Tengo mala reputación,

Haga lo que haga es igual

Todo lo consideran mal,

Yo no pienso pues hacer ningún daño

Queriendo vivir fuera del rebaño;

No, a la gente no gusta que

Uno tenga su propia fe

 

20 comentarios en “62. No sólo pesan las maletas

  1. Felicidades por tu texto y por este día tan especial, que es tu dia

    Me gusta tu mirada sobre las versiones de la libertad y feminidad y estupenda elección de Brassens, que resume la intolerancia endémica de la diferencia

    Sabes muy bien, lo mal que se soporta el criterio, la coherencia, la diferencia, el deseo…… por los indecisos, los borregos, los veletas, los muertos, y aunque lo adjetivos están en masculino, también atañe a las féminas que no mujeres.

    • Gracias Carolina. Hay canciones que marcaron mi infancia, y ésta fue una de ellas, y a partir de ahí, fue uno de los faros para construir mi camino, mis historias, las escritas y las que se viven. Mua

    • Gracias Ignacio, aún hace falta levantar la voz porque a pesar de todo, para muchos, las mujeres somos y seguimos siendo «las hijas de» a pesar de los años de oficio y la profesionalidad… Un abrazo.

  2. Hoy 14 de Julio, aquel día en que empezó a cambiar todo,
    los «sans culottes» de entonces, tirarían sus gorros «frigios» con «Les Cocarades»,
    al Sena al ver a Mr. Trump presidiendo el desfile militar de su conmemoración.

    Y la música militar sigue sin poderme a levantar.

    Jorgito Brasas

  3. Magnífico texto, Laura.
    Nos ayuda a pensar.
    Por ejemplo, que ojalá el feminismo fuera (también) un negocio, lo que conllevaría un insólito e histórico apoyo del capitalismo a nuestra causa. Imagino que si los Inditex de la vida se apuntan es porque ya ven que algo se mueve, no al revés. Buena señal.
    Tu texto es una camiseta.
    Besazos.

    • jajajaja gracias Rafa, me gusta que mi texto sea una camiseta, un libro o un árbol. La cuestión es no perderse, no dejar de ser ni de tener voz y menos por lo que otros decidan lo que es o no conveniente. Sea o no a contracorriente.
      Efectivamente, quizás algo esté cambiando y sólo sea la punta del iceberg 😉

  4. Hola Laura.
    Gracias por tu texto. Es importante que personas que piensan dediquen sus reflexiones a los derechos humanos que tienen que ver especialmente con las mujeres. La lucha feminista, la más pacífica de las luchas, nos une. Resulta paradójico que tan pacífica lucha asuste tanto a algunos… Lo consideran una amenaza tanto si el mensaje proviene de una camiseta como de un grito de muchas y algunos cuando sacamos a la calle nuestros incuestionables derechos. Y hoy ese grito nace en tu página y nos alegra el día con el.combate compartido y con tu talento.

    • Muchas gracias por tus palabras Susana. Sabemos lo solitaria que puede ser a veces la lucha, y como leí hace meses «Os da miedo el feminismo porque creéis que vamos a hacer con vosotros lo que habéis hecho con nosotras»… Qué pena descubrir que para muchos, una mujer, por profesional que sea, no deje de ser «hija de» como me han dicho hoy… Dicen que el tiempo lo coloca todo, lo veamos o no, quiero creer que así es. Un abrazo.

  5. Parece increíble que a estas alturas un tema tan de cajón tenga que ser aún objeto de reivindicación …
    No sé si el hecho de que en resto de Europa la historia sea la misma sirve de -pobre- consuelo…
    En fin…te aconsejo desquitarte con unos cavateddi cu sucu…

    • Así es Arturo, parece mentira, tú lo has dicho.
      Me desquité sin duda, pero la vuelta a la realidad, ya sabemos cómo es y es triste saber que trabajando en moda femenina, haya tanto machismo… Pero quiero ser optimista. Un abrazo.

  6. Tu sai bene che sono completamente d’accordo e in sintonia con questo tuo grido di rivendicazione, sottolineato ancora una volta dalla maestria delle tue parole. Come è duro portare una valigia così pesante e come è difficile sopportare la continua tentazione alla indifferenza verso questo tema!
    E allora, cara guerriera, queste parole sono per te:
    Sì en la lid el destino te derriba/Sì todo en tu camino es cuesta arriba/Sì tu sonrisa es ansia insatisfecha/Sì hay faena excesiva y vil cosecha/Sì a tu caudal se contraponen diques/Date una tregua/PERO NO CLAUDIQUES!

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