
Ángel Lizcano Monedero
lavar
Del lat. lavāre.
- tr. Limpiar algo con agua u otro líquido. U. t. c. prnl.
- tr. Purificar, quitar un defecto, mancha o descrédito.
- tr. blanquear (‖ ajustar a la legalidad fiscal el dinero negro).
- tr. Dar color con aguadas a un dibujo.
- intr. Dicho de un tejido: Prestarse más o menos al lavado. Esta cretona lava bien.
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Lavamos la cara, la mirada, el estómago, los ojos, la garganta, lavamos la ropa e incluso, los recuerdos, los blanqueamos tanto que se pierden las machas, aunque a veces, nos amarillean los blancos.
Prefiero no ensuciar los finales, acumularan o no telarañas, como también miro embelesada el tambor del programa de lavado delicado de la lavadora; el tiempo que casi nunca parece circular, se empapa de olvido de aquellas lavanderas de manos curtidas que el agua helada agrietaba hasta amoratarlas, hasta hacerlas sangrar.
Porque como en un cuento, los misterios se lavan a oscuras y de noche, como quien abandona un recuerdo, como en las películas llenas de silencios.
Como todo lo que callaron lavandeiras da noite, mujeres de la cultura popular gallega que lavaban su ropa de la sangre aún tibia de sus pecados o un mal parto, según las versiones, y que como Caronte en su barca, lo harían hasta pasarle el testigo a otro que las ayudara.
Y así, retorciendo las historias de este 2017, se lavan a mano:
- Jerséis.
- Blusas de plumas -desplumadas-.
- Despedidas.
Los que quizás, no continúen camino.
Así es el lavado de delicado. Valgan los ripios con los que despedir el año de una morriña insolente, irreverente, y completamente permanente.
Otros en cambio, seguirán siendo noche en la lavandería, no se despegarán de la piel ni de la memoria por muy fría que sea el agua, aunque me deje las manos de color lavanda lavandera.

Lavanderas (bosquejo) Joaquin Sorolla Y Bastida
Feliz 2018 queridos entramados y gracias por seguir leyendo y comentando en este mundo en el que no sólo reservamos un rincón tranquilo, ni dejamos caer los párpados pesados como juicios, Benedetti me perdone el rapto.
Brillante,precioso y perfecto para terminar con una pedacito reconfortante de lectura.
Gracias por regalarnos tu escritura,gracias por ser ran generosa con tu arte.
… Mi gran regalo del 2017…
Muchas gracias compañera, amiga. Porque palabras como las tuyas reconfortan cuando hace falta 😉
«Lavandeiras», ó lavanderas es igual a sabañones, e las manos.
Eran las que lavaban «la ropa de las amitas Leonor»,
y aún quedarán muchas por el mundo que no tienen lavadoras de última generación,
silenciosas y rápidas.
Danilo Biglietto
Aún quedarán tantas historias por centrifugar que se quedan empapadas sin que nadie las mire, sin que las lean, acaban por pudrirse de olvido. Gracias por darme herramientas para encontrarlas.
y las culpas…con qué las lavamos…?
en qué programa?
Querido Arturo, espero que no tengas muchas culpas que lavar, pero en ese caso, creo que el indicado sería el programa delicado o una -como mínimo- buena sesión psicoanalítica 🙂 Feliz 2018.
E le lavandaie? Quel duro mestiere di lavare la biancheria delle ricche famiglie estate ed inverno, nei fiumi e nelle fontane, con la schiena a pezzi e le mani provate da dolorosi reumatismi, lo vogliamo ricordare?
E poi negli anni cinquanta è arrivata lei, la lavatrice elettrica , la meravigliosa macchina che ha cambiato la vita delle donne. Ah, che dolce rivoluzione!!!
Cara,il giorno in cui non associamo il lavaggio con la donna sara la rivoluzione, ora c’è la lotta!
(Qui abbiamo un detto grazie alla pubblicità «el frotar se va a acabar» https://www.youtube.com/watch?v=ZTVQ8uQlmrw ma non è cosí!) Baci 1000!