12.
Interior y exterior día.
– Los trucos de magia no se desvelan, piensas. –
Te asomas al balcón y respiras el silencio.
Huele a café recién hecho de otra ventana abierta, a pan tostado.
La historia ha seguido creciendo, como la planta de habichuelas mágicas.
Te imaginas en dos lugares a la vez.
En todos los bailes que quedaron secuestrados, congelados, y al otro lado de tu ventana, esa que tratas de llenar de ventajas, a una letra de distancia.
Mientras, los deshabitados corrieron a las calles para llenarse los bolsillos de aviones de papel.
Ésos que ofrecían respuestas.
Ésos que encontraron vacíos.
Ésos que quisieron atesorar, quedárselos todos, y que los enfermaron.
Se empacharon de palabras invisibles, bebiéndoselas.
A cada trago, más oscuridad. Tanta, que fueron disolviéndose en ella.
Quedando atrapados en el sonido de los cencerros, encerrados en el quicio de las puertas que ya atravesaron con cacerolas vacías. Las mismas que hacían el hambre más grande.
Y así, mayo sin flores, convertido en nunca en otro idioma latino; dio un portazo a tanta ausencia.
Tú sigues mirando hacia adelante. No queda otra, piensas.
Ahí están las ventanas y los balcones, las escaleras de incendios.
– Va llegando el momento de cruzar la puerta. –
(Continuará).
Imágenes: Matteo Massagrande.
BSO. Paris Mai. Nougaro.
¿La Puerta de Tannhäuser o The Ninth Gate? ¿Dejar de ser humanos para abandonarse? ¿Las puertas del cielo que guarda San Pedro? ¿Nos convertimos en «salvados»? ¿Las puertas del Edén? ¿Nos damos el festín de los primigenios? ¿Volveremos a caer en la tentación de la manzana?
Somos las puertas que cruzamos, los pomos que abrimos y las habitaciones que vamos dejando atrás. Como combustión aprendemos del aire que nos entra dentro y nos intoxicamos de las salas a las que entramos.
De nosotros depende respirar naturaleza o química. De nosotros depende polución-polémica o reforma.
De nosotros depende respirar CAMBIO NECESARIO.