65. Ce n’est pas un automne (A cubierto)

chema madoz gabardina

 

a cubierto

  1. loc. adv. En lugar resguardado, defendido, protegido.

 

encubierto, ta

Del part. de encubrir.

  1. adj. Oculto, no manifiesto. Apl. a pers., u. t. c. s.
  2. f. Fraude, ocultación dolosa.

estrada encubierta

Real Academia Española © Todos los derechos reservados

 

El -entre-tiempo no existe.

Tampoco son los padres, por mucho que no sean ni frío ni calor (no es el caso).

 

¿Qué fue del otoño?

 

Octubre era de color ocre y brillante, como la pana que vestía en mi primer día de colegio en septiembre cuando ya refrescaba, con la humedad de las primeras lluvias que anticipaban un cambio.

Entonces, hubo una época en la que todo parecía posible, en la que la pana se convirtió en símbolo.

Hoy sin embargo, afloran las nostalgias, no porque el pasado fuera mejor, sino porque la lluvia limpiaba los atardeceres naranjas, porque aún no pesaba la añoranza de los otoños y las primaveras que se fueron haciendo pequeñitos, casi invisibles como el tiempo robado.

Crecí vestida con pantalones de pana mientras los otoños rojos habitaban los bosques y el recuerdo.

Allí donde la pana era campo abonado de los gnomos, del que crecerían charcos que mojarían los bajos de los pantalones y salpicarían las botas de agua.

A11_Madoz

Allí donde aprendimos de la espera, de la ansiedad, del frío, del calor.

Ahora que vuelve el tejido de mi infancia, llega cual intrusa al sur de los Pirineos, aquí donde no llueve, estado de alarmante ausencia, el otoño se refugia a cubierto de miradas polémicas donde muchos, incautos, no lo extrañan, mientras se vuelve rojo de vergüenza, quemado y asaltado con la impunidad que dan las sombras, encubiertas.

Y así, la pana se convierte en pena, perdida en este texto roto con el deseo que no asesinen ni un trozo más de nuestra tierra, que no se convierta en memoria seca, que no calcinen ni un solo recuerdo más como el de tantas escritoras a las que les negaron su voz, bosques y palabras sean y son patrimonio de todos que nos queman, porque son, un lugar donde quedarse, donde pensar.

Que llueva, tiene -mucho- que llover…

 

Hoy día de las escritoras, este texto es para Galicia, Asturias, Portugal; con todo mi cariño.

 

 

 

63. Tener tela -marinera-.

camiseta-eres-tela-marinera-rayas-manga-larga

tener tela.

  1. loc. verb. coloq. U. para expresar abundancia.

tela marinera.

  1. loc. adv. coloq. Esp. mucho. Tardó tela marinera.

tener tela marinera.

  1. loc. verb. coloq. Tener gran dificultad.

 

Real Academia Española © Todos los derechos reservados

 

Tiene tela, tela marinera lo que a veces cuesta regresar.

Regresar al origen, y saber de éste.

Cuentan que el de esta expresión “tiene tela” es marinero y andaluz.

Cuenta el pasado que entonces, cuando los navíos surcaban los mares, el número de mástiles era capital.

Y de éstos, sus velas, claro, cuantos más mástiles, más cantidad de tejido, y no uno cualquiera, no señor, sino de un material nada corriente, debía ser resistente; que soportara vientos violentos, el salitre y el sol.

barco-a-vela-branco

Y cuanto más fuerte el tejido, más difícil su confección, que entonces era manual y rondaba fácilmente los centenares de metros para una sola embarcación.

Por tanto, a más velas: más cantidad de trabajo, de gastos y de poder.

Siempre el poder asoma por dónde menos lo esperamos, y así, olvidando el origen, quedó la expresión que actualmente se usa de distintas formas; para expresar admiración, aprobación, importancia, dificultad, cantidad y economía, cerca y lejos del mar, donde el salitre no se aleje demasiado, como el recuerdo de este verano, un surco en el rostro como una especie de sonrisa.