Vainica.
Del dim. de vaina.
1. f. Bordado que se hace especialmente en el borde de los dobladillos, sacando algunas hebras del tejido.
vainica ciega
1. f. vainica hecha sin sacar las hebras.
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que fue de otoño inverso,
nos habitan guisantes y habas
desde el Cantábrico,
y un poquito más allá, este u oeste, ¿qué más da?,
asaltan revivals -catarsis creativas-
en aquí que no siempre existe:
centros de gestación estacional de competencias textiles,
o para entendernos,
imperios destronados,
cazadores del reciclaje,
que reconvierten a las mil maravillas:
vestidos olvidados en el nuevo must.
El nou em va de gust,
que diría aquel.
Que sí,
que snobs somos todos,
aún se hace negocio con la ilusión:
el deseo de ser quien una quiera
durante una noche
o la vida entera,
engalana de vainicas, dobleces y bordados
que el sino no arrastró en la última limpieza de armario
y así, en caso contrario,
llenará de sabor /saber fenicio,
que desenvainan sus armas con soltura
a golpe de remache, armiño y costura.
¿Y acaso no es un logro?
Que no cunda el pánico, y si cunde,
no se nos acumulen los desánimos,
a estas alturas de año,
ayer que mayo se dibujaba frío y lluvioso,
desorientando una primavera roñosa,
hoy engalanada de vainicas -dobles-
que agiten ese rincón cariñoso.
Pero no.
Ripios aparte.
La vida tiene otros planes, los suyos,
y después de un invierno cálido,
nos desbarata la noche las dobleces,
como barcos bordados rescatan tesoros,
agitan sus velas,
y la delicadeza avainillada regresa,
ora a ese rincón sin nombre,
ora vaina abierta,
cuyo origen no asoma pudor,
apenas el rigor, de un burdo rumor.
Y así, avivan las esperas,
ausencias que se inundan de un deseo invisible,
porque quizás, sí que todo fuera vanidad.