Y así, de posibles e improbables se dice que se llenarán las calles.
Antes que se amontonen tutús de tules y faldas plisadas en los rincones y los veamos convertidos en mainstream, la desolación de Degas se anticipa a destiempo para hacer del regreso a la realidad, puro impresionismo y del otoño, un intento de magia que construir más allá de la primera impresión y de la ilusión resuelta.
Pasarelas que adelantaban la tendencia por Christopher Kane, Loewe, Gucci OI 2015
Desfile de Carolina Herrera Verano 2016.
Y así, como ocurren las sorpresas, una mañana de falda fantástica me preguntaron si yo era un hada. Sí señores.
¿Y sabes qué hacen las hadas? – Respondí sin desmentir ni confirmar.
Conceden deseos. – Dijo.
Pues ponte a desear mucho, muy fuerte, para que no se pierdan.
¿Y qué pasa si no tengo deseos? – Preguntó de nuevo.
Que no podrán volar y se secarán.
Entonces sonrió, y quizás sabiéndose un poquito mágica, se dio la vuelta y se fue soplando como hacen las hadas, para volar de deseo en deseo.
Aquel rastro recordó la importancia de un buen hábito, como el de bailarinas y hadas que dejan los poderes al descubierto, para una vuelta al cole menos grave y llena de música.
A mi tía Rosa por su cumpleaños y por poner siempre melodías y respuesta a mis palabras.
Pellejo tremendamente cotizado, coronado rey de las pieles, que resiste a épocas, temporadas y tiempo.
Pellejo, ¿es en lo que nos convertimos?
Según la RAE es la piel de animal, especialmente cuando está separada del cuerpo.
De la fragmentación y la separación del cuerpo –animal- para curtir el cuero, y convertirlo en esa segunda piel tan deseada, Tal vez, también por esa fascinación antropológica del ser humano de su lado animal, fiero y ¿privado?
¿Quién podría decir que el deseo tiene una definición tan peculiar?
El deseo, como lo que el cuero esconde, mueven montañas.
Hay quien se deja la piel por conseguirlo.
Hay quien lucha envuelto en cueros que no son los suyos para sobrevivir.
Lo hay incluso que aman el cuero de quien aman.
El cuero es piel, y la piel es donde empieza y donde termina todo.
(Todo, lo que de verdad importa, al menos).
Ese lugar donde el universo puede detenerse o de donde arranca toda la fuerza de un comienzo. Debajo de la epidermis y todo lo que ocurre ahí.
Segunda piel que proteja, que aísle, que esconda y que me muestre.
Porque quedarse en cueros es sentirse vulnerable, expuesto, con las inseguridades al aire.
Precisamente por eso, el cuero, también es poder.
Catwoman- Anne Hathaway
Es esa salvaje libertad on the road con un ronroneo inconfundible, es la sofisticación y el erotismo de una heroína embutida en otra piel, esa princesa guerrera, Trinity sin sueños o gatúbelas sin rostro. Fetiches, femmes fatales.
Mujeres cuya piel no es fácilmente penetrable. Mujeres difíciles, las llaman.
Ya sea por el cuero, o por la mirada.
Julie Newmar «Gatúbela»
Catwoman- Michelle Pfeiffer
Convertidas así en objeto de deseo, del objeto del deseo.
Colección OI 13 Versace (Vinilos como segunda piel, como cueros)
Menuda, trama… ¡Menuda trampa!
Trampa como las impuestas a diario, como la libertad. Incluso, como la libertad sexual. ¿Dónde hay más trampa: en la libertad o en libertad sexual?
En el fondo, no es más que el mismo juego de siempre, la eterna lucha de poder, del poder de quien juega, de quien decide seguir jugando o de quien decide dónde y cuándo acaba el juego. Pero, ¿por qué?
Colección Jean Paul Gaultier OI13
Tal vez, se lleve en la piel.
Redibujada en entre curtidos, amazonas de fantasías.
Mujeres intocables.
Mujeres deseadas como salvaje objeto de deseo imposible.
Fetichismos y fantasías que quedan relegados a otros ámbitos, íntimos, privados, porque la vulnerabilidad y el poder viven en el conflicto de los quiméricos amantes. Improbables. Despellejados.
Colección OI13 Gucci
Ni todos somos Batman ni Catwoman.
Finalmente, del cuero salen las correas, de lo principal lo accesorio, y del deseo, las tentaciones e inseguridades.
Sí, dejarse llevar por el deseo puede tener un inevitable final.
Quedarse –o que te dejen- en cueros.
Colección OI13 Louis Vuitton
Pero, ¡y lo bien que sienta durante el camino… On the road again!