107. Patchwork a mi padre.

padre

Del lat. pater, -tris.

1. m. Varón que ha engendrado uno o más hijos.

2. m. Varón en relación con sus hijos.

3. m. Varón con cualidades atribuidas a un padre, especialmente su carácter protector y afectivo. Era un padre para sus alumnos.

4. m. Varón que ejerce de padre.

5. m. Animal macho que ha engendrado una o más crías.

6. m. Macho en el ganado destinado a la procreación.

7. m. Cabeza de una descendencia, familia o pueblo.

9. m. Origen, principio.

10. m. Autor o creador de algo. Freud es el padre del psicoanálisis.

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No se nace padre, se llega a serlo.

De mi padre aprendí que hay una canción para cada momento. Pero, también los hay en los que todo se queda en silencio. Un pitido muy fuerte. Un destello brillante. Fundido a blanco.

Esos segundos en los que el universo se apaga. Abres los ojos. La vida sigue ahí, te desconectaste sin querer, sin poder evitarlo. Regresas con la boca seca, y el mundo, no dejó de girar. Tratas de pensar cuál sería la canción y no la encuentras. Sabes que te vas a esforzar. Te vas a esforzar en encontrarla y que no deje de sonar. Quizás, porque así, puedas evitar la siguiente caída. Pero ahí está. Habitando en ese enorme rincón de incertidumbre que has remendado más de una vez, y más de dos.

Te preguntas quiénes seréis después, cuando ya nadie escuche vuestras canciones. Cuando aún las recuerdes en silencio. Sí, te haces muchas preguntas. Demasiadas sin respuesta, concluyes. Y no te gusta, claro que no.

Pero, aunque no te guste, sabes que así es como nacen los cambios. Aunque hay días en los que te cansas de ser fuerte. De acumular retales de canciones y, como si fueran un patchwork, en vez de una carta, resuenan en tu silencio.

Y la buscas, la echas de menos… entonces…

“If you miss me at the back of the bus, and you can’t find me nowhere”

“Oh, benvinguts, passeu passeu, de les tristors en farem fum, a casa meva és casa vostra si que hi ha cases d’algú…”

“Terra da fraternidade, O povo é quem mais ordena, dentro de ti, ó cidade”

“Las ciudades son libros que se leen con los pies”

“This land is your land and this land is my land (…) This land was made for you and me”

“I avui que et puc fer una cançó, recordo quan vas arribar, amb el misteri dels senzills”

“Baga, biga, higa, laga, boga, sega, zai, zoi, bele, harma, tiro, pun!”

“Con con i pennacchi… «addio bocca di rosa, con te se ne parte la primavera»”

“Nin para mal, non o queremos NUNCA MÁIS”

“Nunca digas no puedo más y aquí me quedo…”

“La matas y aparece una mayor”

“Con lágrimas de ira callada, frente a la impostura, de quienes hicieron del robo, su genio y figura”

“Hoy apelo a mi conciencia y termino mi diatriba”

“Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan, decir que somos quien somos,

nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno”

“Es mayo, a punto los bogadores, anchoas y marmitako…”

Quince días de mayo como quince canciones para mi padre.

  1. If you miss me at the back of the bus – Pete Seeger
  2. Qualsevol nit pot sortir el sol – Jaume Sisa
  3. Grândola Vila Morena 🌹| Zeca Afonso
  4. Las ciudades son libros. Quintin Cabrera
  5. This Land is Your Land Woody Guthrie
  6. » Laura «Lluís Llach
  7. Baga Biga Higa – Mikel Laboa
  8. – Bocca di rosa -Fabrizio De Andrè
  9. – Orvallo – The Prestige- Miro Casabella
  10. Palabras para Julia – Paco Ibañez. –
  11. Sueño con serpientes – Silvio Rodriguez –
  12. Atenas en llamas (Aute)
  13. ME CAGO EN SU EXCELENCIA – Suburbano –
  14. Paco Ibañez – La Poesia es un arma cargada de Futuro …
  15. Mayo (Imanol Larzabal)

66. Shine on… Brilli, brilli.

glitter 1

humor

Del lat. humor, -ōris ‘líquido’, ‘humor del cuerpo humano’.

  1. m. Genio, índole, condición, especialmente cuando se manifiesta exteriormente.
  2. m. Jovialidad, agudeza. Hombre de humor.
  3. m. Disposición en que alguien se halla para hacer algo.
  4. m. Buena disposición para hacer algo. ¡Qué humor tiene!
  5. m. humorismo (‖ modo de presentar la realidad).
  6. m. Cada uno de los líquidos de un organismo vivo.
  7. m. Psicol. Estado afectivo que se mantiene por algún tiempo.

buen humor

  1. m. Propensión más o menos duradera a mostrarse alegre y complaciente.

humor negro

  1. m. Humorismo que se ejerce a propósito de cosas que suscitarían, contempladas desde otra perspectiva, piedad, terror, lástima o emociones parecidas.

mal humor

Tb. malhumor.

sentido del humor

 

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En los albores del año, permítanme la pedantería, me enfundé en lentejuelas y en un abrigo Yeti, peludo y azul. Meses después me supe cosiéndome unas plumas al bajo de una camiseta…

Sí, yo, que nunca he sido de llamar la atención, y menos en lo que a prendas se refiere.

¿Qué estaba pasando?

Pensé, apenas unos segundos, que era el efecto de una infancia en los años ochenta, del volátil peludo, el monstruo de las galletas y Papageno (juzguen lo que quieran, cada uno tiene los héroes que tiene).

Sin embargo, supe que la verdadera razón no era otra que el poso del humor que dejó aquella historia que convertí en ¿ficción? entonces recién terminada; con la que aprendí a reírme -incluso y sobre todo- de mí y de tantos momentos de pequeñas tragedias sin importancia que quedaron en aquellas páginas.

 

 

 

 

 

Que volvieran las oscuras golondrinas a nuestros balcones sus nidos a colgar sólo era cuestión de tiempo, el mismo en el que se digirieron y dirigieron tendencias que desayunamos como en la infancia devoraba galletas, y entonces, una noche triste de enero surgió la magia y ¡sorpresa! llegaron a mi armario y a mi vida unos leggins de terciopelo. Los mismos que cada día que visten mis piernas me recuerdan ese viaje inesperado que reconvertir. Y lo consigo, al final del día, me río de miedos que ya no están, que brillaron como un glitter ahora descolorido mientras me cosía las plumas me recordaron cómo volar lejos del glam que no viví. Sino el que me inventé.

Como todos, al fin y al cabo.

 

 

 

Y mientras, disfruto de lentejuelas diurnas y tardes de Yeti, de meriendas de terciopelo, de amaneceres emplumados y prejuicios relajados, siendo ésa mujer que fui, la niña que soñé, del derecho y Del revés (libro que, por cierto, cumple 4 años).

Come on! Shine on… BRILLI, BRILLI!

 

 

Y así, adivinen qué tendencia visto mientras escribo -y suscribo- de este otoño atonal, seco y musical, lleno de pájaros en la cabeza y hambre de recuerdos ‘aliñaos’ en este 22 de noviembre.

 

21. Diccionario de infamias.1.

boca santa teresa Bernini

infamia.
(Del lat. infamĭa).
1. f. Descrédito, deshonra.
2. f. Maldad, vileza en cualquier línea.
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Infamias hay en todas partes.
El lenguaje se alimenta de ellas a diario, pobre.
Y el glamour que se le presupone a la moda, no está –ni de lejos- exento.
Descréditos, réditos volátiles de la deshonra, del oficio y de ese lado oscuro que llaman picaresca, en esta ancha –muy, muy ancha- castilla peninsular.
Pero mientras, vamos digiriendo, que no dirigiendo, estas indigestiones, de lo que fueron, o lo que aún son, algunos palabros que merecen mención especial.

Así respira el sector, entre invenciones.
Porque sí, aún lo hace, pobre, como el lenguaje, a trompicones, sobreviviendo a pesar de los desastres, a los improperios, incluso a los insultos y ofensas a los que se somete a diario.
Desde la vileza del término de los “estampados tontos” (dicho de topos, o pequeños dibujos, que me inspiran cierta ternura y empatía, no lo puedo evitar) eso sí, “muy comerciales”, a los que son perfectos para el ALIVIO.

ejemplo de estampado "tonto"

ejemplo de «estampado tonto» pero comercial

Aquí me detendré unos instantes.
El concepto “alivio” quizás en el 2014 es ajeno.
La realidad es que vivimos en un país, en el que aún, en algunos lugares, se mide la tristeza por la mirada ajena de un luto. El riguroso negro se “alivia” con el tiempo, suavizándolo con otros tonos oscuros (marinos, grises y marrones) o con alguna nota de un ligero blanco.

Y esto sólo para abrir boca, ahora entramos con los platos fuertes.
Aprendemos de un lugar, terruño ponzoñoso, donde se maltrata lo desconocido y nacen expresiones como hongos, desde un aire de superioridad y desprecio de ese decorado rancio que aún existe… ¿Te enteras, guapa? -Perdón, ¿es a mí?-.

Y del pasado de grandes glorias, escucho como el patchwork se convirtió para muchos en Passport –y no por los viajes fronterizos, sino más bien los que vaciaban botellas en partidas infinitas de póker cada viernes para cerrar las arcas de la semana- y de una labor de retazos; a resacas indigestas que a veces, aún les duran.

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de como el patchwork derivó a Passport

Pero no sólo de licores vive el hombre, algo tendrá que meter a sus caros estómagos, ésos de quien hace mucho dinero y muy rápido y se olvida de culturizar algo más que sus apetitos. O también podríamos permitirnos creer en una ingenua confusión –tal vez fueran las horas del aperitivo las que jugaran la mala pasada- de llamar Whopper a una bomber.

whopper

bak ay Tintoretto PV14

Bomber de Bak Ay para Tintoretto (uno de nuestros tejidos estrella de la temporada PV’14)

Esos rugidos de tripas en las salas de espera de El Corte Inglés…
Algo así como hacer de una denominación de origen, una prenda. Más rugidos para convertir un pantalón pitillo en uno piquillo. Fantástico, sin duda.
Y continuando con el universo de lo que se dio en llamar mallas en los 90 (ahora rebautizadas como leggins, jeggins y treggins; que me dará para un posible artículo), destacaban las de moda, que venían de Francia; los fuseaux acabaron convertidos en los confeccionistas nacionales -de clara lógica, además- en; ¡difusores!

fuseau
Difusores de moda, de cultura, de estilo, de estilismo y de gusto, ante todo.
Porque la clase, nunca hay que perderla, y sí, para eso están los trucos para mejorar la figura; como una raya vertical que estirilice -si al menos la esterilizara ya tendríamos algo ganado-, pero no, la realidad es que a veces estilizan, otras, ni eso.
Y como puestos a inventar, no hace falta más que medio escuchar un sonido, los estampados posicionales panneaux –los pañuelos de Hermés- pasaron a convertirse en panol. Por no olvidarnos de cómo una cenefa se desdibuja sin estupor alguno en fenefa para rematar tejidos, como se remata un artículo, con un gran final, con el delicioso bocatto di cardinale de este pequeño y humilde diccionario de infamias –textiles-.
Porque no hay nada como envolver el cuerpo con un tejido ligero, suave y lesbiano ¿no?
Pues no.
Los tejidos livianos pueden ser para el verano, pero no entienden de sexo, no al menos, de momento. Con los años, y los demás desprecios del sector, que aún se mantiene en pie, -resiste, resiste- ya veremos.

liviano 2
PD: Hoy Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia (*), aprovecho para agradecer a la memoria y comentarios de quienes me habéis aportado material de infamias para tener dónde pinchar con cuchillo y tenedor. Lo he disfrutado mucho, y espero contar con más recuerdos para una segunda parte. De nuevo, gracias.

(*) Conmemoración en Argentina de las muertes de civiles, de desaparecidos, que gracias al apoyo de organizaciones de derechos humanos el proyecto se convirtió en ley.

12. Retal

banderas rotas de La Sedera

retal.

(Del cat. retall, de retallar, recortar).

1. m. Pedazo sobrante de una tela, piel, chapa metálica, etc.

2. m. Cualquier pedazo o desperdicio de telas o de piel, especialmente de la que sirve para hacer la cola que usan los pintores.

3. m. Conjunto de pedazos sobrantes o desperdicios de tela, piel, metal, etc.

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Comemos recortes en época de rebajas, con gesto de placer insospechado, mientras se escuchan en las noticias cuestiones, que no verdades, de un mundo ajeno, retallado, -del catalán.-

¿Y en qué se diferencia el retal más maravilloso de una palabra descolgada, desconchada de una lengua amada y despreciada en igual medida?

Hay quienes no comprenden que se pueda amar una prenda.

Los hay también que les parece insultante que se haga lo propio con una lengua.

Los hay, incluso, que no conciben que se pueda amar más allá de las cláusulas que alguien decidió establecer.

Se puede amar, claro que sí, a base de retales de nuestras vestiduras.

Más o menos rasgadas, más o menos vividas.

Lo que sin duda es una pena, es que a esos pequeños rincones que a veces se salvan y otras veces, no, los llamen desperdicios.

Lugares donde quedarse, o de donde no querer marcharse, en forma de tramas inacabadas, retallados de historias, de ideas comunes y dispares.

Hilaturas descolgadas y perdidas en un mundo de certidumbres y cláusulas.

Tejidos deshilachados empapados de nostalgia y romanticismo en falta.

Y así es como el lenguaje se vuelve cruel, adverso, al denostar su circunstancia de sobra, de desperdicio en este mundo grandilocuente y hueco. Al descomponernos ante una mirada atónita que choca contra la mínima duda o fragmentación, en un mundo impuesto de posibilidades inequívocas. Donde no parece posible que de la unión de pequeños pedazos componga nada nuevo, y que sin embargo, rompe la esperanza de abrir nuevas verdades, nuevas vías.

Pero, precisamente, el retal tiene una oportunidad de esperanza, de volver a empezar.

Así como el romanticismo de un jirón maltrecho que sobrevive para tener un nuevo rumbo.

Un lugar casi invisible del que no se esperaba nada y emerge como una flor en un jardín moribundo. Y, al final, nace el bosque de sobras, de desperdicios, para crear algo nuevo, el patchwork. Pero ésa, ya es otra historia.

Homenaje detalle de imagen de retales de La Sedera.
Porque en el fondo, no puedo evitar esa nostalgia romántica.

Recortes de historias que nos recomponen al final, creando nuevos principios. Como si de un patrón nuevo se tratara, inventando nuevas formas que valgan la pena.

Retales, a veces, como banderas rotas, y otras, como sugerencias de nuevos caminos.

“He puesto sobre mi mesa….”

https://www.youtube.com/watch?v=RN3KZ35mTo8

(otro homenaje, ya van casi 3 años…)