árbol
Del lat. arbor, -ŏris.
- m. Planta perenne, de tronco leñoso y elevado, que se ramifica a cierta altura del suelo.
- m. Pieza de hierro en la parte superior del husillo de la prensa de imprimir.
- m. Punzón con cabo de madera y punta de acero, que usan los relojeros para horadar el metal.
- m. Cuerpo de la camisa, sin las mangas.
- m. Impr. Altura de la letra desde la base hasta el hombro.
árbol de la ciencia del bien y del mal
- m. árbol de la vida (‖ árbol que tiene la virtud de prolongar la existencia).
árbol de la seda
- m. mata de la seda.
árbol de la vida
- m. árbol que, según la Biblia, puso Dios en medio del paraíso con virtud natural o sobrenatural de prolongar la existencia.
- m. tuya.
- m. Anat. Conjunto de ramificaciones formadas en el cerebelo por la sustancia gris sobre la blanca.
árbol genealógico
- m. Cuadro descriptivo de los parentescos de una familia dispuesto gráficamente en forma de árbol.
árbol respiratorio
- m. Anat. Sistema orgánico formado por la ramificación de los bronquios que parten del tronco de la laringe y de la tráquea.
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No, no me digas cómo es un árbol,
asoma el parque y la primavera desde tu ventana.
Cuéntame las noches, los viajes y las lunas
que dibujas en tu imaginación;
al atardecer, cuando el estruendo nos acerca,
al amanecer, cuando todo está por comenzar.
No, no me digas cómo se mecen las nubes,
sueñan los colores que tocamos.
Cuéntame de la piel que nos falta,
la que inventamos entre algodones y viscosas,
cuando tomamos el aperitivo y aún no brindamos,
cuando cenamos recetas que están por regresar-nos.
No, no me digas qué son las horas, encierro,
aún se beben las vanidades, el fulgor:
atardecer y amanecer.
No, no me digas pronto,
así se dibujan las ramas secas del árbol,
que, ya, nadie quiere mirar.
Tu verbo y el mío conversan,
se enredan jugando,
entre familia, amistad y amor.
Siempre el deseo:
soñemos todos los viajes que no alcanzan.
Cierra los ojos:
ilumina inspiraciones, la luna llena en París.
Y tiramos del hilo, ven, vamos a volar.
Deshagamos la ruta de la seda,
de ciudades imaginarias de Marco Polo.
Y mira, ¿lo hueles?
El sándalo y el almizcle,
vístete de noche, primavera,
que son sólo unos cuantos más amaneceres.
Aspira, aspira el rastro que deja
la ruta de las especias.
Son el laurel, la pimienta y el azafrán,
la sal, el pimentón y la canela,
son nuestros apetitos despiertos.
Nuez moscada, clavo y cardamomo.
Cúrcuma, vainilla y comino,
alimentan secando distancias.
No, no me digas cómo es un árbol,
entre Oriente y Occidente.
Ven, dibújalo con todas las palabras que llenan ausencias.
A mi madre.
No puedo llevarte de viaje por tu cumpleaños, pero aquí tienes este viaje sólo para ti, para nosotras.
Ven, vamos a volar despiertas.
Lunes 20 de abril 2020.
BSO.
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