96. Ventajas. 12.

12.

 

Interior y exterior día.

 

– Los trucos de magia no se desvelan, piensas. –

 

Te asomas al balcón y respiras el silencio.

Huele a café recién hecho de otra ventana abierta, a pan tostado.

La historia ha seguido creciendo, como la planta de habichuelas mágicas.

 

Te imaginas en dos lugares a la vez.

En todos los bailes que quedaron secuestrados, congelados, y al otro lado de tu ventana, esa que tratas de llenar de ventajas, a una letra de distancia.

 

Mientras, los deshabitados corrieron a las calles para llenarse los bolsillos de aviones de papel.

Ésos que ofrecían respuestas.

Ésos que encontraron vacíos.

Ésos que quisieron atesorar, quedárselos todos, y que los enfermaron.

 

Se empacharon de palabras invisibles, bebiéndoselas.

A cada trago, más oscuridad. Tanta, que fueron disolviéndose en ella.

Quedando atrapados en el sonido de los cencerros, encerrados en el quicio de las puertas que ya atravesaron con cacerolas vacías. Las mismas que hacían el hambre más grande.

 

Y así, mayo sin flores, convertido en nunca en otro idioma latino; dio un portazo a tanta ausencia.

 

Tú sigues mirando hacia adelante. No queda otra, piensas.

Ahí están las ventanas y los balcones, las escaleras de incendios.

 

– Va llegando el momento de cruzar la puerta. –

 

(Continuará).

 

Imágenes: Matteo Massagrande.

BSO. Paris Mai. Nougaro.

96. Ventajas. 4.

4.

Interior día.

 

– Y ¿qué vas a hacer ahora? –

 

Dicen que ya recuperaremos el tiempo perdido. No es cierto.

Recuerdos de un momento que no existió. Pero tú, tú lo llenaste de palabras.

Escapaste por ellas, acercándote a quienes están lejos. Acercándolos.

Porque las ventanas son ventajas a una letra de distancia. O viceversa.

Las abres cada mañana y, mientras riegas las plantas, cierras los ojos.

 

– ¿De qué color es tu imaginación? –

 

Imaginas la brisa que entra por las ventanas que dan al mar. Ese azul. Este año azul.

Tus pies descalzos en azulejos mediterráneos, también atlánticos.

Sólo tienes que cerrar los ojos.

Así, te crecen historias como habichuelas mágicas. Libres, sin control.

Se te arremolina la curiosidad y la imaginación al otro lado del cristal.

En tu casa, el aire hace corriente. Dispersa el aroma a jazmín. Y florecen las habichuelas; así, sales volando como las raíces imposibles que apuntan al cielo.

 

– Sales volando. ¿Hacia dónde? –

 

 

(Continuará).

BSO. Maio Longo, Amancio Prada.

Imágenes. Matteo Massagrande.